lunes, 15 de julio de 2013

México: ¿tigre exportador?

En el 2012, México ocupó la posición 16 en la lista de países exportadores con 371 mmd (valores FOB[1]) y con una variación anual del 6%; pero, si no se consideraran las reexportaciones de Hong Kong y de Singapur estaría en el lugar 14, de acuerdo con la Organización Mundial de Comercio (OMC). La información fue difundida recientemente en su comunicado de prensa “El comercio mundial en 2012 y perspectivas del 2013”[2]. El dinamismo de las ventas externas mexicanas sólo fue superado por China (8%) y creció a la misma tasa que Arabia Saudita.

La OMC informó que el volumen del comercio en 2012 creció 2.0% mientras que el PIB mundial subió 2.1%, cuando que el crecimiento del comercio suele ser el doble del producto. Este organismo señala que la abrupta desaceleración del comercio el año pasado se ha atribuido al lento crecimiento de las economías desarrolladas y a la incertidumbre respecto al futuro del euro.

Para el 2013, se espera una lenta expansión del comercio (3.3%) y de la producción (2.1%), porque la mejora de las perspectivas económicas de Estados Unidos sólo compensaría parcialmente la debilidad continuada de la Unión Europea que se contraerá ligeramente en el año, por lo que los economistas de la OMC reconocen la dificultad para calcular las proyecciones para 2013 y 2014.

Por lo que respecta a las importaciones, México ocupó el lugar 14 en 2012 con 380 mmd (valores CIF[3]) y una variación anual del 5%. El dinamismo de las compras externas sólo estuvo por debajo de Hong Kong (8%) y fue similar al de la India (5%).

Considerando las cifras de las exportaciones, basados en la Balanza Comercial de Mercancías de México, difundidas por INEGI, podemos destacar que el favorable desempeño de las ventas al exterior estuvo influido por el crecimiento de las exportaciones de la industria automotriz, las cuales crecieron 11.6% en 2012. En valores absolutos, éstas sumaron 88.4 mmd, representando el 23.8% de las exportaciones totales; mientras que las petroleras acumularon 53.1 mmd (14.3% del total).

Algunos autores como Robert Koopman,  quien es Director de Operaciones de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USTIC por sus siglas en inglés)[4] se han preguntado por qué el dinamismo del sector exportador manufacturero de México no se ha reflejado en un mejor crecimiento. La tasa media anual de crecimiento (TMAC) del PIB de México entre 2000 y 2012 fue de 2.1%, mientras que la TMAC de las exportaciones fue de 6.9%. La respuesta que han dado en sus investigaciones es que nuestro país como los de reciente acceso a la Unión Europea y de las economías del este asiático, tienen una elevada participación del valor agregado externo en las exportaciones brutas, por lo que su repercusión en el valor agregado interno es menor. Como México y esas economías tienen una muy elevada participación del valor agregado de las exportaciones proveniente de productos finales directamente exportados, se considera que estas economías están localizadas en la parte final de la cadena global de valor.

México y Corea comenzaron al mismo tiempo (1965) una estrategia de promover la industrialización partiendo del ensamblado de manufacturas (maquiladoras). Sin embargo, hoy en día China y México son los principales usuarios de los regímenes de bienes en procesamiento para el comercio exterior[5], pero ello no se ha reflejado en un desarrollo económico sostenido, porque su contribución al valor agregado interno es muy baja. Es decir, no se puede desconocer que nuestro país es una gran plataforma de exportación para la economía global y de manera muy marcada en la industria automotriz; sin embargo, ello no ha permeado al resto de la economía y bienestar de la gente.

Un reporte conjunto publicado por la OMC[6] y la OCDE en 2012, señala que economías exportadoras, como la mexicana, sólo han beneficiado marginalmente de las exportaciones, ya que éstas requieren de considerables insumos intermedios suministrados por fabricantes locales, quienes a su vez necesitan  significativas importaciones de bienes intermedios, y así, mucho de los ingresos o del valor agregado proveniente de las ventas externas se acumula afuera, por el elevado componente importado de toda la cadena.

Conscientes de que los flujos brutos de comercio y de que los productos que cruzan varias veces las fronteras para procesamientos adicionales son contados múltiples veces, la OMC, OCDE y la División de Estadísticas de Naciones Unidas han insistido que México también mida el comercio en términos de valor agregado, porque las estadísticas de comercio exterior convencionales (brutas) dan una perspectiva equivocada del crecimiento económico y del ingreso.

Sin embargo, el diseño de políticas de industriales y de comercio exterior por parte del nuevo gobierno, no podrá avanzar si no se rompe con la inercia de seguir midiendo el comercio exterior de la forma actual, esto es, en términos brutos. Lo que se requiere es complementar las estadísticas existentes con aquéllas que nos den una mejor medición de las exportaciones netas y de las  indirectas, para tener una idea más precisa de la realidad de la participación de México en la producción manufacturera global.


[1] Es el valor de venta de las mercancías en su lugar de origen colocadas en la frontera o puerto nacional, incluye el valor de transacción de los bienes y el valor de los servicios suministrados para entregarlas en la frontera del país exportador.
[2] Véase http://www.wto.org/spanish/news_s/pres13_s/pr688_s.htm
[3] Al valor de la mercancía se le adiciona el costo de los seguros y fletes pagados, para la llegada de las mercancías al puerto o aduana de entrada del país importador.
[4] Koopman, Robert, William Powers, Zhi Wang, y Shang-Jin Wei, “Give Credit Where Credit Is Due: Tracing Value Added in Global Production Chains”, NBER Working Papers Series 16426, Septiembre 2010, revised September 2011
[5] Según Koopman et al, los regímenes de los bienes en procesamiento para el comercio fomentan las exportaciones que tienen contenidos dramáticamente elevados de insumos intermedios que usan internamente algunos países.
[6] Midiendo el comercio en valor agregado es una iniciativa conjunta de la OMC y de la OCDE. Una excelente nota que se refiere a los conceptos, metodología y desafíos, se puede encontrar en la siguiente liga: http://www.wto.org/english/res_e/statis_e/miwi_e/oecd_wto_mar2012_e.doc

Encuestas y elecciones en 2012

El cuestionamiento de algunos analistas y actores políticos a las encuestas en el pasado proceso electoral ha abierto un debate sobre su utilidad y pertinencia. Se argumenta que al ser la diferencia del resultado final entre el primer y segundo lugar mucho menor a lo previsto por éstas, demuestra que los sondeos de opinión estuvieron “truqueados” o que fueron parte de una estrategia deliberada para desalentar a los votantes potenciales que veían la ventaja del puntero como inalcanzable. Incluso, algunos comentaristas han señalado que las casas encuestadoras nos deben una explicación, en franca alusión a que faltaron a una ética profesional.

Paradójicamente, la descalificación de que todas las encuestas estaban  manipuladas desde el inicio del proceso electoral, provocó que el porcentaje de rechazo a responderlas se fuese incrementando a lo largo del tiempo y preferentemente entre los simpatizantes de la izquierda. Por ende, no resultaba extraño que hubiese un sesgo hacia el candidato del PRI, propiciado por la negativa a participar en las mismas. A su vez, en el porcentaje de rechazo a las encuestas se estaba incorporado un voto oculto, esto es, personas que sí irían a sufragar, pero que no manifestaban su preferencia electoral por la izquierda.

El hecho de que las encuestas manifestaran una ventaja tan amplia para Enrique Peña Nieto (EPN) desde un año antes de las elecciones, en realidad era un indicador de cómo se había beneficiado de una estrategia mediática, donde los dueños de los medios, especialmente de la TV, lo habían posicionado en amplios sectores, y; en contrapartida se mostraba como Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tenía una cantidad de negativos muy elevada (porcentaje de opinión negativa), sobre todo de sectores de clase media que lo detestan. No está de más recordar que cuando la izquierda escoge a su candidato con en base a encuestas en noviembre de 2011, éste era un aspecto en el que Marcelo Ebrad Casaubón (MEC) superaba a AMLO.

Un antecedente muy claro de la importancia de los negativos lo tuvimos en 2006. Felipe Calderón Hinojosa (FCH) ganó no tanto por sus propias virtudes como candidato, sino porque se benefició de ese “voto útil” de priistas e independientes que no querían que por ningún motivo ganara AMLO, quien era desacreditado como “un peligro para México”. La mejor muestra de este fenómeno fue la diferencia de votos que tuvieron Francisco Labastida y Roberto Madrazo en las elecciones de senadores y presidente, respectivamente en Sinaloa.

AMLO con todo y su república amorosa nunca se puedo desprender del rechazo de un segmento importante de la población. Cuando Josefina Vázquez Mota (JVM) se cae a un tercer lugar en las preferencias en mayo, no todos los cambiantes trasladaron su preferencia a AMLO, sino que algunos se la dieron a EPN. Incluso en el DF, la resistencia a darle el voto útil a AMLO fue evidente, si comparamos que Miguel Mancera (el candidato de MEC) tuvo 63.9% en las preferencias vs. 52.8% para AMLO en la misma demarcación.

Con la irrupción del Movimiento Yo soy 132 en mayo, desencadenado por las amenazas de represalias a los estudiantes que participaron en las protestas contra EPN en la Universidad Iberoamericana, las encuestas dieron cuenta de un sector importante de jóvenes con educación universitaria  que en vez de abstenerse de ir a las urnas o de anular su voto, se vuelcan preferentemente a favor de AMLO. Esto es, lo que en un principio era un movimiento anti Peña y alentado por sectores cercanos al PAN, se convirtió en un factor detonador a favor de la izquierda. En el segundo debate, JVM fue la única candidata que denuncia la intimidación y amenazas contra los jóvenes, buscando recuperar una porción de este electorado.

Regresando al tema del principio, me parece que las encuestadoras no son culpables del todo de la desconfianza sembrada en contra de las encuestas, lo que redundó en que las preferencias de los votantes por la izquierda quedara subestimada; sin embargo, no advirtieron como debían que el creciente rechazo a responder las entrevistas podrían estar ocasionando errores de estimación mayores a los esperados en circunstancias normales. El reconocimiento de esta insuficiencia o limitante requiere de una gran honestidad profesional, no es fácil decirle al cliente que las cifras no son tan favorables como aparentan y viceversa. A la econometría  le sucedió algo similar hace años, lo que obligó a una revisión profunda de la teoría y de los métodos dando pie así a un enfoque moderno mucho más certero y preciso en sus predicciones.

Es cierto lo que dice Roy Campos (Consulta Mitofsky), cuando no se cansa de advertir que las encuestas son una fotografía en el tiempo, que miden las preferencias en ese momento y que no deben ser consideradas como un pronóstico de los resultados; sin embargo, cuando la foto más cercana al momento electoral salió muy diferente a la del resultado oficial y no pasó nada extraordinario que lo alterara, nos hace pensar que los métodos actuariales tendrán que ser revisados a fondo, porque el “estado del arte” ya resulta insuficiente para explicar lo que pasó.

Por otra parte, la propuesta de algunos de los flamantes diputados de izquierda de la LXII legislatura de prohibir la publicación de las encuestas resulta lamentable y refleja una pésima lectura de lo sucedido en los pasados procesos electorales. Esa iniciativa, -que afortunadamente no creo que prospere- no va a impedir que los diversos actores políticos las sigan haciendo y usando, pero si nos va a privar al resto de los mortales que no podemos pagarlas, de contar con elementos de juicio para identificar tendencias, ver los efectos de fenómenos sociales trascendentes como el de Yo Soy 132 y disponer con más elementos a la hora de emitir el sufragio efectivo.

Finalmente, una opinión. Creo que todos los actores involucrados debieran de cambiar de actitud: los candidatos que descalifican a las encuestas cuando los desfavorecen y que las reconocen cuando los benefician, que las aprueban como método de selección -con los factores que les convienen, como mayor conocimiento entre la gente, pero omiten los desfavorables- cuando sus organizaciones fueron incapaces de llevar a cabo elecciones democráticas, y porque sembraron la desconfianza en el proceso electoral desde el principio y en particular hacia las encuestas, mas anticipando la derrota que buscando la victoria; los politólogos y comentaristas a quienes les urge una clase de estadística básica para que dejen de fomentar las teoría de la conspiración en los medios de comunicación.

También, las autoridades electorales que no advirtieron con tiempo los posibles errores de estimación de las encuestas y que fueron omisas con las campañas mediáticas llevadas a cabo desde hace mucho tiempo por los medios; las encuestadoras, que encumbradas en la arrogancia y soberbia, son poco autocríticas con los posibles errores cometidos y descalifican a quienes las cuestionan como ignorantes, y; tampoco se escapan algunos medios de comunicación, que sin duda usaron sus encuestas como una forma de validación de su candidato, cuando debieron ser actores neutrales en el proceso. Si no viene al cuento estos comentarios, haga caso omiso de los mismos.

domingo, 17 de julio de 2011

Jul 17, 2011: La crisis económica pasó la factura a los hogares (ENIGH 2010)

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El ingreso corriente promedio trimestral por hogar cayó 12.3% en términos reales en 2010 respecto a 2008, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al dar a conocer la tan esperada Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2010 el 15 de julio. Al agrupar a los hogares por los ingresos que perciben en diez conjuntos (deciles), se destaca que el ingreso promedio de todos los deciles cayó; pero como el monto de los hogares de los deciles con mayor nivel se redujeron más marcadamente que los de menor nivel, la concentración del ingreso disminuyó. Esto se refleja en que el coeficiente de Gini disminuyó desde 0.456 en 2008 a 0.435

El coeficiente de Gini es una medida de concentración del ingreso, la cual toma valores entre cero y uno. Cuando el valor se acerca a uno, indica que hay mayor concentración del ingreso; en cambio cuando el valor del Gini se acerca a cero la concentración del ingreso es menor.

INEGI atribuye la disminución del coeficiente de Gini al incremento de las transferencias en los primeros deciles, especialmente en zonas rurales y a la mayor pérdida relativa de ingresos en los mayores deciles. Las transferencias son las entradas monetarias recibidas por los integrantes del hogar y por las cuales el proveedor o donante no demanda retribución de ninguna naturaleza. Es decir, hay menos desigualdad, pero debido a que los deciles más altos perdieron más ingreso que los más bajos. Lo anterior implicaría que el nivel de pobreza medida por ingresos empeoró en esos dos años. La proporción precisa y oficial la conoceremos cuando el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) de a conocer las cifras.

La disminución real del ingreso corriente total de los hogares en 6.8%, y de la caída del ingreso por trabajo independiente y del ingreso por renta de propiedad en 35.1 y 30.7 por ciento respectivamente apoya la tesis del INEGI respeto a la mejoría del coeficiente de Gini. Sin embargo, es posible que por el problema de la inseguridad y el temor a ser secuestrado, algunos hogares de mayores ingresos no hayan reportado verazmente todos sus ingresos.

La ENIGH siempre ha tenido la característica de que muchos hogares de mayores niveles de ingresos se niegan a participar en la misma. Investigadores como Enrique Hernández Laos, entre otros, han estudiado bien este fenómeno. En la medida en que esta problemática era común en todas las encuestas, todas tenían el mismo sesgo y por ende eran comparables. Sin embargo, si la proporción de no respuestas se acentúa en los deciles más altos y quienes responden el cuestionario subestiman deliberadamente sus ingresos, ya no solo por el temor a la fiscalización de Hacienda, sino especialmente por el que genera la delincuencia, por más que el entrevistador le haya jurado y perjurado que la información se utilizaría confidencialmente al entrevistado, sí implica un problema importante. Tampoco es desdeñable el caso de familias del norte del país de niveles de ingreso altos que han cambiado su lugar de residencia a Estados Unidos.

A pesar de la consideración anterior, el decil X concentra el 33.9% del ingreso total del los hogares y el IX el 16.3%, es decir, 20% de los hogares concentran 50.2% del ingreso; mientras que el 80% restante obtuvieron el 49.8%.

INEGI llama la atención respecto a las condiciones de vulnerabilidad del primer decil, porque el 40.3% de sus ingresos provinieron de las transferencias principalmente de programas gubernamentales; el 35.7% de remuneraciones por trabajo subordinado, 16.5%por trabajo independiente, 6.0% de ingresos por otros trabajos y el 1.2% de renta de la propiedad. Es decir, sin los subsidios gubernamentales estarían mucho peor, pero la dependencia de estos se ha vuelto crónica.

En contraste, se destaca que en el decil X, las transferencias representaron sólo el 12.6% de su ingreso, mientras que las remuneraciones por trabajo subordinado el 67.2%, el 8.4% como renta de la propiedad, 9.0% de trabajo independiente y 2.7% como ingreso de otros trabajos. En este estrato están los ejecutivos, funcionarios de niveles medio y alto, empresarios y profesionistas con elevados ingresos, entre otros. Las trasferencias en este caso, son más bien de ayudas familiares a los padres y a los hijos.

Las transferencias tienen un peso relativo más importante en localidades rurales que en las urbanas. En las localidades de menos de 2,500 habitantes representan el 21.7% de los ingresos; mientras que las que tiene más de 2,499, la proporción baja a 13.4%, lo que se refleja en el apoyo gubernamental preferente a las zonas más pobres del país.

El gasto corriente total promedio trimestral por hogar decreció en 3.8% de 2008 a 2010 situándose en $30,596 pesos de 2010. INEGI no menciona en el comunicado, como disminuyeron por deciles; sin embargo, presenta la estructura porcentual del gasto de los deciles I, V y X en 2010 que resulta bastante ilustrativa de cómo las posibilidades y prioridades son diferentes dentro de los estratos sociales.

Los hogares del decil I destinan 49.9% de su gasto a alimentos, bebidas y tabaco; los del V, 39.6% y los del X 22.9%. En contra partida, en educación y esparcimiento los hogares del decil I asignaron el 5.4% de su gasto, 10.1% en el V y 19.5% en el X. Si consideramos el rubro de transporte y comunicaciones, los porcentajes para los deciles I, V y X son 11.5, 16.5 y 18.9 por ciento respectivamente.

Sin embargo, las características son completamente diferentes en lo que se respecta a los aspectos específicos. Por ejemplo, considerando el gasto monetario el decil X dedica 4.4% del gasto trimestral a adquisición de vehículos de uso y 7.7 % a refacciones, partes, accesorios, mantenimiento, combustibles y servicio para vehículos; en el decil I los mismos porcentajes son 0.5 y 2.8 por ciento.

Cuando se difundieron los resultados definitivos del Censo de Población 2010, una corriente de opinión que defiende la tesis de que en México las cosas están mejor tomó fuerza. Como prueba de ello señalaban que una mayor proporción de los hogares cuenta con automóvil propio, usan teléfono celular, por mencionar algunos indicadores con los que había en el 2000, por lo que ya somos un país de clase media. Es cierto, la clase media ha crecido; sin embargo, se omite reconocer la otra parte, la de los mexicanos que siguen sumidos en la pobreza.

La ENIGH 2010 viene a recordarnos que más de 50 millones de mexicanos son pobres, que no tienen un trabajo que les permitan vivir dignamente y que dependen de subsidios gubernamentales que les otorga el gobierno para sobrevivir. INEGI señala que en 2008 y 2010 ha habido un efecto positivo de las transferencias en la distribución del ingreso, ya que el coeficiente de Gini sin transferencias en 2008 y 2010 fue de 0.505 y 0.488 y con transferencias de 0.456 y 0.435 respectivamente.

Análogamente, el diario New York Times dio a conocer un reportaje el pasado 6 de julio, que señala que el mejor nivel de vida de los mexicanos ha reducido su deseo de viajar al Norte. Los datos de la ENIGH no apoyan esta hipótesis, como tampoco se rechaza la tesis de que el desarrollo económico de México ha beneficiado a sectores de ingresos medios y altos (decil VIII al X).

domingo, 10 de julio de 2011

Jul 11, 2011. Alza de la gasolina: disyuntiva entre inflación y déficit público

mail: pabloail@yahoo.com.mx

El sábado 9 de julio, la gasolina registró el séptimo incremento del año de 8 centavos, por lo que la tipo Magna costará 9.32 pesos por litro. De esta forma, ha subido 5.2% en lo que va del año, mientras que la inflación general acumulada en los primeros seis meses fue de 0.30%, generando molestia entre los automovilistas, quienes han asimilado resignadamente, estos incrementos paulatinos que continuaran a lo largo del año.

El aumento de la gasolina se debe a que más del 40% de la gasolina se importa y como el precio internacional ha ido a la alza, el gobierno ha tenido que ajustar más frecuentemente el precio, a pesar de la apreciación del peso frente al dólar, porque el subsidio que pretendía otorgar, que cubre parte de la diferencia entre el precio oficial y el internacional, se ha incrementado más de lo programado. Según declaraciones de Ernesto Cordero, titular de Hacienda, el monto de los subsidios sería de 170 mil millones de pesos en 2011.

Es evidente que el gobierno mexicano no quisiera que el precio de la gasolina subiese demasiado rápido, porque ello además de que le restaría popularidad entre sectores de clase media, que son su base de apoyo, podría tener un impacto inflacionario por el efecto indirecto por mayores costos de trasporte. Por ello, es que se ha optado por los deslizamientos mensuales, para que no se resienta tan de golpe el alza.

Sin embargo, los elevados subsidios a la gasolina ha sido cuestionados por diversos organismos (OCDE, PNUD, etc.) y especialistas, porque son muy regresivos, ya que benefician preferentemente a la población de mayores ingresos. Adicionalmente, el mayor incremento de los subsidios, además de seguir emporando el déficit público, sigue alentando el uso del trasporte privado en lugar del público.

En un reporte reciente, el PNUD destaca que en 2008 se gastaron casi cuatro veces más recursos gubernamentales en subsidiar la gasolina que en todos los programas para combatir la pobreza.

La discusión del creciente subsidio a la gasolina plantea dos temas: 1) la política de precios controlados y administrados del Gobierno Federal más orientada a evitar incrementos elevados de precios (inflación reprimida), se contrapone al objetivo de equilibrar las finanzas públicas, sobre todo de cara al proceso electoral de 2012, es decir, hay una decisión en disyuntiva (trade off) entre la inflación y el menor déficit público que implica reducir el subsidio a la gasolina; y 2) ¿cuál debe ser la política para producir refinados en México?

Por una parte están quienes señalan que el país debe explotar sus ventajas comparativas e invertir más en exploración y menos en refinación, es decir, seguir como estamos e intercambiar materias primas por productos con mayor valor agregado, pero eliminando los elevados subsidios a la gasolina, que además de regresivos, empeoran sensiblemente las finanzas públicas, recortando recursos para necesidades más prioritarias de la población.

En una posición con más matices, están los que son más partidarios de que Pemex compre refinerías en Texas y desde el extranjero surta el combustible, lo que tiene la ventaja de que en el corto plazo resuelves una carencia y no se tienen que iniciar largos y costosos proyectos de inversión en México. Las desventajas de esta alternativa son que no contempla los costos de transporte, supone erróneamente que hay excedentes de refinerías en el resto del mundo y omite la circunstancia de que algunas de esas instalaciones ya son obsoletas y experimentan una elevada depreciación, además de que algunas de estas “gangas” enfrentan severas restricciones ambientales, por lo que los costos de producción tenderían a ser más elevados, en países donde los reguladores son más estrictos.

Otra alternativa es que el gobierno mexicano decida resolver el problema en el mediano y largo plazo construyendo más refinerías en México. Sin embargo, está claro que no quiere impulsar esta opción con el actual marco jurídico. En una gira reciente por Europa, el presidente Calderón declaró que estaba insatisfecho con la anterior reforma petrolera, que no permitía inversión privada en la industria petroquímica primaria. Adicionalmente, es evidente la táctica dilatoria para la construcción de una planta de refinación en Tula. Primero, se decidió someter a concurso el lugar de instalación politizando y confrontando a los gobiernos estatales, cuando la decisión pudo haberse tomado desde un principio, por consideraciones técnico-económicas.

Posteriormente, una vez ya tomada la decisión, el proyecto se ha ido postergando por diversas consideraciones, que van desde un proceso burocrático en la toma de decisiones, hasta los elevados costos de subcontratación, puesto que Pemex-Refinación ha sido el área más descuidada de la paraestatal y se ve obligada a contratar proceso productivos con empresas privadas nacionales y extranjeras, que vuelve muy complejo cualquier avance.

Algunos expertos en la industria petrolera creen que el actual gobierno no tiene la voluntad política para aplicar la reciente reforma petrolera, por lo que PEMEX sigue funcionando inercialmente, con deficiencias crónicas de funcionamiento corporativo, mala administración, corrupción y paralizada por la imposibilidad de tomar decisiones asertivas, atrapada por una maraña burocrática impresionante donde prevalecen los intereses creados de los proveedores de la paraestatal y ahorcada fiscalmente por la necesidad de recursos para las finanzas públicas.

Lo más paradójico de esta historia de displicencia para implementar la reforma energética aprobada en 2008, es que, cuando el próximo gobierno tenga voluntad para hacerlo, tal vez México ya no tenga el nivel de reservas petrolera necesaria para aprovechar esa ventaja comparativa que tuvimos en el pasado, gracias al agotamiento prematuro de los yacimientos petroleros provocado por la sobreexplotación de los mismos y especialmente en los últimos diez años.

Los automovilistas mexicanos podrán seguir gozando de un precio más bajo de la gasolina que en el extranjero en el corto plazo, lo que ayudará sin duda a que la inflación sea baja y a que la popularidad de nuestros gobernantes no se vea afectada. Sin embargo, a medida que los subsidios a la gasolina sigan creciendo, el deslizamiento del precio tendrá que ampliarse, aunque ello tal vez sucederá hasta julio de 2012, pasadas las elecciones. Sin embargo, “no se podrá seguir nadando de muertito” por mucho tiempo y una reforma fiscal tendrá que llegar más pronto que tarde, porque el “colchón” de los recursos petroleros se agotará en algún momento.

lunes, 4 de julio de 2011

Julio 4, 2011: Primer semestre complicado; segundo un poco mejor

mail: pabloail@yahoo.com

El año 2010 finalizó con buenas expectativas para el 2011. Las proyecciones de crecimiento de la economía mundial y de México fueron revisadas a la alza y los buenos augurios señalaban que la recuperación económica podría irse consolidando. Adicionalmente, los sectores rezagados en la recuperación como la construcción y el turismo podrían reactivarse en el año que comenzaba.

Sin embargo, el panorama social y político en el Norte de África y Medio Oriente cambio el escenario. Las protestas sociales iniciadas en Tunes por el desempleo y las restricciones políticas se fueron propagando a los países vecinos, lo que ocasionó el disparo del precio del petróleo y sus derivados. El impacto inflacionario y en el costo de las empresas, podría ser temporal el tanto las crisis sociales se fueron resolviendo.

Posteriormente, el 11 de marzo un terremoto de 8.9 grados en la escala de Richter afectaba el norte de Japón, provocando un fuerte tsunami y un accidente nuclear en Fukushima, que afectó la producción industrial del mundo, no sólo porque se interrumpió la cadena internacional de suministros, sino también la demanda de insumos. La desaceleración de la economía norteamericana en parte sería una de sus repercusiones.

Por el lado financiero, la amenaza de una suspensión de pagos de deuda en Grecia y el posible contagio a otros países de la zona Euro con problemas de endeudamiento provocaba un fuerte nerviosismo, porque las protestas sociales comenzaban a generalizarse y algunos gobiernos experimentaban el voto de castigo por la crisis económica. El movimiento de los “indignados” españoles, llamaba a seguir el ejemplo de los países árabes.

En mayo, la calificadora Standard & Poor’s ponía en perspectiva negativa la calificación de deuda de Estados Unidos y el gobierno de Barack Obama hacía una llamado a que el Congreso aprobara elevar el techo del endeudamiento, cuyo plazo límite es el 2 de agosto.

Respecto al punto anterior, Paul Krugman en su prestigiada columna en esta semana alertaba que sería muy grave que el Tesoro no cubriera sus obligaciones y que para evitar un terrible daño, seguramente Obama, recortaría los gastos sociales cediendo al chantaje de los Republicanos, quienes lograrían imponer su agenda. El nobel de economía ha advertido que un recorte drástico del gasto público para reducir el déficit público podría meter a la economía norteamericana en una recesión el próximo año, justo antes del proceso electoral, lo que seguramente arruinaría las posibilidades de reelección de Obama.

A pesar de estas preocupaciones, la apuesta sigue siendo positiva para el resto del año. La desaceleración experimentada en el primer semestre podría ser temporal en la medida en que Japón se vaya recuperando y que los países emergentes como China e India siguen jalando a la economía del resto del mundo.

Los países consumidores de petróleo decidieron liberar parte de su reserva estratégica para empujar los precios del petróleo a la baja evitando que la escalada especulativa que se registró en la primera mitad de 2008 se repita. Una vez, que se recupere la estabilidad política, el suministro de petróleo podría normalizarse y los precios de nueva cuenta retroceder a los niveles previos.

En lo que respecta la crisis de deuda europea, los bancos, especialmente los de la región, tendrán que reconocer parte de las pérdidas en una compleja renegociación, Alemania seguirá aportando recursos para evitar un riesgo sistémico y los países envueltos en una grave crisis fiscal, se verán obligados a aplicar programas de ajuste para poder recibir los recursos de los organismos financieros internacionales y de los países acreedores.

Por su parte, los grupos de poder en Estados Unidos tendrían que presionar a los representantes republicanos de que acepten elevar el techo del endeudamiento apelando al sentido de responsabilidad. El problema con los seguidores del Tea Party, es que no actúan en términos racionales y por ende olvidan o no reconocen que la reducción permanente de impuestos avalada por Obama el año pasado e impulsada por ellos ha agravado el deterioro fiscal. Sin embargo, aunque no son “suicidas”, si podrían condicionar elevar el techo del endeudamiento a cambio de fuertes recortes en el gasto social. Seguramente, Obama terminará cediendo una vez más, aunque esto implique agravar la pobreza y el deterioro social de la población más desprotegida.

No obstante, aunque todos estos riesgos se vayan resolviendo con sobre saltos y sin estar exentos de conflictos; esto no nos debe llevar a “echar las campanas al vuelo” por una recuperación moderada. La reactivación será lenta y el crecimiento bajo. La crisis hipotecaría del 2008-2009 dejo a las familias sobreendeudadas y descapitalizadas. El retiro de los estímulos y los subsidios, para ir reduciendo el creciente déficit público ira afectando la capacidad de consumo. El menor apoyo a los gobiernos locales, también afectará a las economías regionales.

Por lo que respecta a los indicadores de coyuntura en Estados Unidos, el índice manufacturero del ISM subió 1.8% a 55.3 en junio respecto al mes anterior, lo que fue recibido con optimismo, porque se rompió la tendencia de desaceleración registrada en los m eses anteriores.

En México, el IGAE creció 2.4% en abril (tasa anual), se confirmó la tendencia de desaceleración que ha venido presentando la actividad económica, replicando la tendencia que ha venido experimentando la economía de Estados Unidos. Sin embargo, sectores como el turismo y la construcción que se esperaba una mayor reacción, muestran un crecimiento muy bajo reflejando que la inseguridad y la austeridad en el gasto público los han afectado respectivamente.

El tipo de cambio fix cerró el 1º de julio en 11.6368, 24.5 centavos menos que una semana antes reflejando una menor incertidumbre global y una favorable entrada de capitales, especialmente inversión de cartera, cuyos flujos son muy volátiles.

En un breve comunicado “el Gobierno de México felicita a la señora Christine Lagarde por su designación como nueva Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), y le desea el mayor éxito en el desempeño de sus funciones al frente de dicho organismo”. Por su parte, Agustín Carstens explicaba en un artículo en Reforma por qué buscaba el cargo. Hay dos aspectos que no son explicados: 1) ¿por qué los países emergentes estratégicos no se sentían representados por él? y 2) ¿si sabía que sus posibilidades de ser electo eran muy bajas, por qué se postuló?

sábado, 25 de junio de 2011

Jun 25, 2011; Oferta y Demanda Global del primer trimestre de 2011 e indicadores de mayo

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“No somos malos mexicanos los que decimos que la inseguridad nos está afectando; ni tampoco son buenos quienes dicen que no ha perjudicado”

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó el 21 de junio la Oferta y Demanda Global de bienes y servicios del primer trimestre de 2011 con lo que da cierre el reporte de las cifras macroeconómicas del periodo de México. Respecto la oferta, nos centraremos en las importaciones, porque sobre el PIB ya comentamos el punto en una Nota Económica previa. Por el lado de la demanda hay mucha tela de donde cortar.



Las importaciones crecieron 10.9% durante el primer trimestre (en tasa anual como el resto de las variaciones) marcando una importante desaceleración respecto a los trimestres previos. En términos de balanza de pagos, las compras al exterior habían crecido 20.4%. El menor crecimiento en las Cuentas Nacionales se debe que estas cifras se expresan en términos reales (deflactando el efecto de los precios) y por la apreciación del peso frente al dólar, que hace que el efecto de menor crecimiento se amplifique. Sin embargo, más allá de los efectos monetarios y cambiarios la percepción es que la economía mexicana comienza a desacelerarse.

Los gastos de consumo privado crecieron 4.9%, pero alentados por las compras de bienes importados (14.8%) porque las nacionales solo subieron un 3.1%, lo cual refleja claramente la apreciación del tipo de cambio y el lento crecimiento del mercado interno.

El consumo de gobierno subió un 1.3% que refleja la política económica de reducir el déficit, luego de la emergencia económica registrada en 2009 y que también se muestra en una caída de la formación bruta de capital fijo pública de 22.1%, que indica una señal preocupante de abandono del gasto productivo del gobierno y que se concentra en una caída de 26.4% en la construcción, lo que contradice el discurso oficial de darle relevancia al gasto en infraestructura y obra pública, y muestra más la prioridad de equilibrar las finanzas públicas.

La formación bruta de capital fijo creció 7.7% debido a que la privada subió 15.7% compensando la disminución de 22.1% de la pública. Queda claro que la inversión de los privados va en franca aceleración, pero que podría verse frenada por el menor dinamismo del mercado interno y por la incertidumbre sobre el desempeño de la economía mundial de la cambio sexenal del 2012.

Las exportaciones crecieron 14.1% en tasa anual en el primer trimestre, significativamente menos que el 22.9% de la balanza de pagos. Análogamente, al caso de las importaciones el dinamismo en pesos constantes es menor y refleja la desaceleración registrada en la economía mundial, y particularmente en la de Estados Unidos con su significativo efecto indirecto en la economía mexicana.

Por lo que respecta a las cifras de la balanza comercial de mayo, las exportaciones y las importaciones se reactivaron y justo es decirlo, modificaron la tendencia a la baja que se había presentado en los meses previos. Se reporta un superávit de 555 millones de dólares (mdd) en mayo acumulando un saldo favorable hasta ese mes de 3 mil 233 mdd.

Las ventas al exterior crecieron 25.4% en variación anual destacando el alza de las extractivas (72.5%) y de las petroleras (32.2%).Sin embargo, el desempeño en general fue bastante bueno si consideramos que las que tuvieron el menor aumento fueron las manufactureras no automotrices con un 22.7% de aumento.

Las exportaciones petroleras subieron gracias a que el efecto del alza del precio del petróleo crudo en 36.52 dólares a 104.33 dólares respecto al precio de mayo de 2010, el descenso del volumen registrado en mayo de 2010 (1.368 millones de barriles diarios vs. 1.591 un año antes). En ese sentido, la factura petrolera podría reducirse significativamente cuando el precio comenzara a reducirse a consecuencia de la desaceleración de la economía mundial.


Las exportaciones no petroleras registraron un gran repunte en mayo al crecer 24.2% en tasa anual, luego de que en abril subieron sólo 9.0% disipando la impresión de una fuerte desaceleración que enviaban las menores tasas de los meses previos. Las exportaciones a la industria automotriz subieron de 26.2% en mayo. Si bien el crecimiento fue más bajo que el de otros sectores como la minerometalurgia (58.3%); alimentes bebidas y tabaco (44.9%) y maquinaria equipo para la industria (41.6%), no deja de ser relevante considerando que los 6 mil 593 mdd registrados en 2011, representan el 21.2% de las ventas externas de mayo.

Por lo que respecta a las importaciones más relacionadas con el desempeño de la economía interna, crecieron 24.0% en mayo. El aspecto preocupante es que las petroleras crecieron 40.0%, que muestra claramente el fracaso de la política petroquímica del país, avalada por los analistas que pregonan que es un pésimo negocio para México producir gasolina y derivados del petróleo.

El fracaso de la industria petrolera mexicana se muestra claramente en que importamos mercancías con bajo valor agregados y exportamos principalmente petróleo crudo, el cual está dando señales claras de agotamiento por la explotación irracional de los yacimientos petroleros realizada en los últimos treinta y cinco años y acentuada desde el sexenio de Vicente Fox, alentada por los intelectuales orgánicos que decían que había que acelerar la extracción antes de que el precio se cayera por el cambio de paradigma energético a futuro.

Detrás del argumento a favor de la explotación acelerada de los yacimientos hay dos graves errores de diagnóstico que también se podrían considerar como falacias: que la energía nuclear iba a desplazar rápidamente a la generada por los hidrocarburos (los accidentes nucleares nos muestran que ello no es tan inmediato), y; olvidar que el petróleo crudo no sólo es insumo para los energéticos (gasolina, diesel, turbosina, etc.), sino que es una materia básica de la petroquímica secundaria.

El problema en realidad es más grave: México no cuenta con una política industrial, porque por la vía de los hechos sigue prevaleciendo la máxima de que “la mejor política industrial es la que no existe”. Por eso es que cada vez quedamos más rezagados respecto a los países emergentes (BRIC’s) y a los NIC’s.

Finalmente, cabe comentar que la tasa de desocupación de mayo fue de 5.20% mayor a la de un año antes (5.13%). Ajustada estacionalmente, INEGI la calcula en 5.54% superior al 5.22% de abril. Aunque algunos medios consideran estas cifras como una señal de desaceleración, no son concluyentes en ese sentido porque la tasa pudo haberse elevado no sólo por la llegada al mercado de trabajo de mucha gente joven, sino también por la incorporación a la PEA de trabajadores desalentados, que consideran que actualmente las condiciones económicas están mejor, como se pudiera pensar si consideramos la confianza en la situación económica presente.

domingo, 29 de mayo de 2011

Mayo 29, 2011: Proyecciones de crecimiento a la alza en México vs. indicadores de desaceleración de coyuntura en México

pabloail@yahoo.com.mx

Recientemente, la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (OCDE) revisó los pronósticos para México de 2011, señalando que su PIB crecería 4.4% en lugar de un 3.8% previsto en noviembre pasado. También, el Banco de México (Banxico) ajustó su intervalo de pronóstico de 3.8-4.8% a 4.0-5.0%, sumándose a la ola de revisión de expectativas. Sin embargo, los datos recientes no apoyan esta tendencia.

El pasado 19, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que el PIB creció 4.6% en el primer trimestre de 2011(I-11) en tasa anual, cuando los especialistas estimaban 5.0%, aunque algunos expertos incluso estimaban cifras cercanas al 6% apoyados en los buenos resultados de la balanza comercial enero-marzo, que crecieron 20.7% (tasa anual), aunque las de marzo ya marcaban una ligera tendencia de desaceleración, registrando un aumento de 16.3%.

Las cifras del PIB I-11 resultaron mixtas. Por un lado, había aspectos alentadores como el crecimiento de actividades económicas ligadas al mercado interno, que se mostraban rezagadas frente a actividades más ligadas al sector exportador (manufacturas), como es el caso de la Construcción (4.9%), Electricidad, gas y agua (8.6%) y Servicios Profesionales y Técnicos (6.9%) que por fin rompía una racha negativa de ocho trimestres; aunque seguían reflejándose desempeños desalentadores como el 0.8% de los Servicios de alojamiento y preparación de alimentos (ligados al turismo), 0.2% de los servicios de salud, 1.6% de servicios educativos y 2.9% de Otros servicios (excepto Gobierno, las cuales crecieron un 0.7%).

Implícitamente, lo que nos están planteando las previsiones al alza es que la desaceleración esperada en el sector externo va a ser compensada por la reactivación del mercado interno. Esto nos llevaría a: 1) revisar que se esperaría en el mercado externo (principalmente Estados Unidos (EUA), 2) que se prospecta en el interno.

En Estados Unidos, se ratificó el crecimiento de 1.8% por ciento en I-11 respecto al cuarto trimestre en variación anual ajustada estacionalmente, por abajo del 2.1% esperado. Desde el anuncio preliminar hace un mes, los pronosticadores han revisado a la baja sus proyecciones para 2011 de 3.1 a 2.5% y para 2012 de 2.8% a 2.0%, lo cual afectara el gran dinamismo de las exportaciones mexicanas registrado desde principios de 2010.

Las exportaciones totales de México crecieron 12.6% en abril, subiendo 9.0% las no petroleras y 35.1% las petroleras. En las no petroleras, hubo un aumento de 6.2% en las dirigidas al mercado de EUA y de 20.2% en las canalizadas al resto del mundo. Cabe destacar, que al comparar las gráficas de las series desestacionalizadas con las de tendencia ciclo la primera cruza a la segunda de arriba hacia abajo, lo que generalmente marca una tendencia a la baja.


Dentro de las exportaciones no petroleras destinadas a EUA, las de la industria automotriz crecieron 10.6% en abril y el resto 4.7%, lo cual refleja que no sólo la desaceleración norteamericana las afecta, sino también la apreciación del peso frente al dólar.

En la estructura de las exportaciones no petroleras de enero-abril 2011, las dirigidas a EUA representaron el 78.83% (20.92% Automotriz y 57.91% Otras); las destinadas al Resto del Mundo, el 21.17% (5.49% Automotriz y 15.68% Otras). Es decir, el peso de la Industria Automotriz en este tipo ya era del 26.41%.

Por lo que respecta a las importaciones, vinculadas al mercado interno y externo, porque muchas de las compras externas son insumos utilizados para exportar; crecieron 9.8% en abril derivado de un alza de 7.4% de las no petroleras y de 30.2% de las petroleras, que dicho de paso se concentra en gasolina y otros derivados del petróleo con mayor valor agregado.

Se hubiese esperado un mayor crecimiento de las compras externas dada la fortaleza del tipo de cambio. Las importaciones de bienes de consumo crecieron 12.7% marcando una desaceleración respecto al aumento de 23.2% enero-abril, se observa el mismo patrón en las de bienes intermedios no petroleras observándose tasas respectivamente de 5.3 y 15.5%. Sin embargo, las de bienes de capital crecen 19.0% en abril superando el 14.7% de enero-abril, esto es, siguiendo una tendencia de mayor alza contraria al resto de los demás rubros.

INEGI difundió los indicadores oportunos de ocupación y empleo de abril. La tasa de desempleo (TD) fue de 5.10% en abril, que si bien es más baja que la de abril de 2010 (5.42%), se esperaría que al irse consolidando la recuperación de la economía mexicana, ya se ubicara por debajo del 5.0%. La TD no siempre resulta un buen indicador del ciclo de la economía mexicana por varios motivos, entre ellos, porque debido a la creciente presión demográfica, la fuerza laboral tiende a crecer con el tiempo y el mercado laboral es muy dinámico, en ocasiones la TD puede crecer a pesar de que se esté presentando una recuperación económica, debido a que algunos trabajadores desalentados que estaban fuera de la población económicamente activa (PEA), vuelvan a sentirse motivados a regresar el mercado laboral, empujando la TD a la alza.

Hay algunos indicios de desaceleración de la TD, pero sin que sean muy definidos. La TD de marzo desestacionalizada fue de 4.91% vs. 5.11% de la tendencia ciclo; pero, en abril la ajustada vuelve a ser mayor a la de tendencia ciclo (5.17 vs. 5.09%).

Sin embargo, en algunos estados si se ven efectos negativos del menor dinamismo exportador, como de la violencia, al ser la TD (en promedios móviles) de abril de 2011 mayor a la del mismo mes del año pasado como lo muestra este cuadro:
En conclusión, a pesar de que hubo algunos indicadores favorables como las importaciones de bienes de capital de abril y de la TD ajustada estacionalmente vs. la tendencia-ciclo; hubo otras con señales de desaceleración, incluidas las de ventas al mayoreo y al menudeo de marzo. Por otra parte, la creciente violencia sí está afectando la inversión en el norte del país y el turismo internacional y nacional, como era de esperarse.

Ir en contra de la corriente, a veces resulta arriesgado. Sin embargo, sigo creyendo que en este 2011, la economía mexicana se desacelerará respecto a 2010, por lo que mantengo que este año el PIB crecerá 3.9% respecto a un 5.4% revisado del año pasado.