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Cabe comentar, que tanto en el actual gobierno como en los anteriores se recurría a las cifras del IMSS para destacar que vamos mejorando. Esto es así, porque son las más oportunas, ya que se difunden poco después de que concluye una quincena. Sin embargo, lo que omiten los diversos funcionarios es que se trata de sólo una parte del empleo formal, que la base de comparación es muy favorable para el 2010 y que todavía no recuperamos los niveles de 2008 y que la referencia a diciembre de 2009, no es la más correcta considerando que las cifras no están ajustada estacionalmente. Sin considerar el asunto de las remuneraciones y sueldos veamos otros indicadores.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) proporcionó la tasa de desocupación, la cual subió en abril como se ve en la gráfica por el efecto de Semana Santa, pero no sólo por ello si comparamos el dato de la serie desestacionalizada de abril (5.53%) con el de marzo (4.95%). Como ha ocurrido en otras ocasiones, este comportamiento contrasta con el incremento de las cifras del IMSS. No quiere decir que ambas cifras se contradigan, sino que se refieren a universos distintos. Los datos del IMSS son registros administrativos y sí reflejan que hay nuevos trabajadores asegurados, pero que son sobre todo temporales, más ligados al sector exportador, el cual ha tenido un desempeño más dinámico en la reciente recuperación.
La tasa de desocupación se desprende de una encuesta en hogares, pero no por ello deja de tener validez contrariamente a lo que opinó el Secretario del Trabajo. Se considera a la población económicamente activa (PEA) del país para su cálculo e incluye también al sector informal que al primer trimestre de 2010 incluía a 12.5 millones de personas, esto es, el 28.6% de la población ocupada en el país (43.6 millones) siendo el porcentaje más elevado desde que comenzó este cálculo en 2005.
Por otra parte, si consideramos como prácticamente desempleados a quienes trabajaron menos de 15 horas a la semana, es decir la tasa de ocupación parcial y desocupación (TOPD1), durante el primer trimestre de 2010, la tasa fue de 11.77% reflejando de una manera más marcada el problema del desempleo en México. Si bien es cierto, que es menor que el registro del tercer trimestre de 2009 (12.24%), sigue siendo muy elevada para “echar las campanas al vuelo”.
Las anteriores cifras y gráficas son muy ilustrativas de lo que ha pasado con la economía mexicana que experimentó una profunda recesión por lo que ha sido considerada como una crisis económica:
- El sector informal crece en esas condiciones, pero no alcanza a neutralizar el crecimiento del desempleo.
- La subocupación crítica se dispara, por ende, la TOPD1 siguió creciendo, a pesar de que la TD ya venía experimentando una tendencia de baja en 2009.
- Solamente hasta que la recuperación económica sea más sostenida, observaremos cifras del IMSS que nos regresen a los niveles de 2008.
- Problemas crónicos de desempleo, no se alcanzan ni siquiera a percibir con la TOPD1 ya que algunas personas desalentadas de no encontrar trabajo han abandonado la PEA, por lo que ya no son consideradas como desempleadas.
- La desocupación y subocupación se acentúa en la población joven.
- La presión demográfica será un factor que incrementara el desempleo no sólo en números absolutos, sino también en términos relativos.
- La creciente oferta de trabajo presiona los sueldos y salarios a la baja.
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