martes, 27 de julio de 2010

Jul 27, 2010: El fallo de la Suprema Corte sobre las pensiones del IMSS

Pablo Álvarez Icaza Longoria
mailto:%20pabloail@yahoo.com.mx

De manera subrepticia la semana pasada trascendió en los medios impresos -porque en los electrónicos el asunto ha sido prácticamente silenciado- la jurisprudencia que emitió el 9 de junio pasado la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) relativa al tope de pensiones que reduce de 25 a 10 veces el salario mínimo vigente en el Distrito Federal, el límite superior para el cálculo de las pensiones por invalidez, vejez y cesantía en edad avanzada a los trabajadores asegurados al Instituto Mexicano al Seguro Social (IMSS) resolviendo una contradicción entre dos tribunales colegiados de circuito.

Tratando de suavizar las reacciones, la SCJN aclaró el 27 de julio que la jurisprudencia sobre el límite de 10 salarios mínimos como base para el cálculo de pensiones sólo aplicara a quienes se jubilen bajo el régimen previsto en la Ley del Seguro Social vigente hasta 1997. Sin embargo, la mayor parte de los pensionados en curso y de los que harán los próximos 15 años lo harán según la Ley de 1973, por lo que jurisprudencia de la Corte puede afectar a millones.

Lo paradójico del asunto es que algunos analistas y medios que alertaron sobre la trascendencia de la resolución, son quienes no ha querido reconocer que el IMSS tiene toda la intención de aplicarla, señalando ingenuamente que “el IMSS no está obligado a fijar pensiones en función de lo que la Corte establezca” o que es una decisión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

El asunto comenzó porque un asegurado emprendió un litigio contra el IMSS, que le estaba ofreciendo un cálculo de pensión con 10 salario y no con 25 como pretendía, por lo que la Corte entró al tema a solicitud del IMSS dándole la razón al organismo. Realmente resulta cándido esperar que el IMSS con la resolución a su favor reconsidere y ofrezca a las personas que están en ese caso la pensión con 25 salarios mínimos, porque es lo justo. Más que candidez, incluso sería un contrasentido que el IMSS teniendo el caso ganado, no quisiera ejecutar el fallo a su favor y por ende en contra del beneficio de una multitud de personas que se verán perjudicadas por la jurisprudencia, que implica que a casos similares se les aplica el mismo criterio.

El ministro Sergio Valls fue quien elaboró la tesis y la suscribieron por unanimidad todos los otros integrantes de la Segunda Sala: Luis María Aguilar, Fernando Franco, Margarita Luna y el presidente de la Sala, Salvador Aguirre Anguiano alegando que de no hacerlo la viabilidad financiera del IMSS estaría en riesgo. El asunto ha generado molestia porque Valls fue en un pasado Subdirector Jurídico por lo que algunos opinan que entrada estaba a favor de una de las partes por lo que debió haberse excusado del asunto, esto es, se vulneró el principio de imparcialidad.

Según trascendió en La Jornada, que consiguió el documento de 51 páginas donde los Ministros de la Segunda Sala de la Corte fundamentan la jurisprudencia, el argumento central para el dictamen fue salvar financieramente al IMSS. Lo lamentable es que el objetivo de solvencia financiera esté por encima de los derechos de los trabajadores.

Desde que se aprobaron las modificaciones a la Ley del Seguro Social en 1997, cuando se estableció el sistema de cuentas individuales de retiro para los nuevos asegurados se había insistido en que si no se corregía el problema de los pasivos contingentes del IMSS, entre ellos la carga a futuro de las pensiones, éste estaría quebrado considerando escenarios de distintas proyecciones actuariales. Por lo que esta discusión parece un deja vu.

En el Informe de la situación financiera y los riesgos 2009-2010 donde se destaca la necesidad de cambios legales para elevar las contribuciones, es decir, elevar las cuotas de tres de sus sistemas de seguridad para aliviar la delicada situación financiera, lo cual requiere la aprobación del Congreso.

Algún analista se preguntaba si el IMSS se atrevería a recortar las pensiones, es decir a aplicar la Jurisprudencia a pesar de que habrá un fuerte descontento por la aplicación de la medida y que era un aspecto socialmente muy sensible. Mi impresión es que sí lo harán, máxime que el incremento de la cuotas muy difícilmente será aprobado por el Congreso, mientras que el recorte de las pensiones tiene todo el aval legal de la Suprema Corte.

Sin ser un experto en temas de seguridad social, en los que los actuarios pueden hablar con mayor conocimiento de causa que los economistas, adelanto la hipótesis de que gran parte de los problemas financieros del IMSS tiene que ver más con su incapacidad para que las autoridades laborales (STPS) frenen la práctica extendida del outsourcing, es decir, todo el proceso de subcontratación laboral que hay en México, en el que estas compañías le resuelven el problema a las empresas de los “costos de seguridad social” contratando a personas sin estos derechos y absorbiendo la relación laboral por ellos. Es decir, aunque es obligación legal de las empresas ofrecer seguro social, cada vez son más las que la evaden; aunque en el caso de las micro y pequeñas esto se debe a que no tienen capacidad económica para solventar la “prestación de ley”.

Es decir, en lugar de que el tamaño del pastel crezca en calidad y cantidad, el seguro social en México se ha ido reduciendo, no sólo en la calidad de los servicios sino en la garantía de una pensión digna. Ejemplos en la prensa sobran: compra de aparatos muy costosos, pero que por no contar con los recursos humanos y físicos (falta de materias primas, reactivos, etc.) para echarlos a andar terminan descomponiéndose ocasionado grandes pérdidas. Lo mismo que enormes y flamantes edificios nuevos pero sin médicos ni enfermeras, o con falta de materiales para atender a los derecho-habientes.

También es cierto que en muchas encuestas de atención al cliente, muchos de ellos responden que en general todo está muy bien. En gran parte esta respuesta condescendiente obedece en parte a dos causas: el temor a las represalias si se quejan, y al sentimiento de gratitud del mexicano, de señalar que “por lo menos tengo esto, que en caso contrario me costaría una fortuna en un hospital privado”.

Si bien es cierto como destaca Reforma (27 julio) que el déficit de recursos del IMSS repuntó el año pasado, porque la crisis propició una menor recaudación; en realidad el problema financiero del organismo ya era crítico y el desplome de la actividad económica lo hizo más evidente.

Por otra parte, se ha destacado el enorme crecimiento del déficit en el Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) del Instituto, es decir, de sus propios trabajadores, por lo que en el mencionado informe se destaca que el IMSS pretende ejercer acciones para propiciar un entorno de acuerdo con el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro, donde se puedan ponderar una baja del pasivo laboral, así como una mejora en el balance entre las condiciones laborales de los trabajadores y su productividad. Traducido en palabras más llanas en recortar las condiciones generales de trabajo.

En conclusión, el fallo de la Corte, el anuncio de ajuste internos dentro del IMSS (recortes, despidos modificaciones de las condiciones laborales, etc.) y el amago de alza de cuotas pueden ser el detonante de un fuerte descontento social. No nos extrañe entonces, que personajes como Andrés Manuel López Obrador, que el domingo pasado dio el banderazo de salida para su campaña hacia el 2012, aprovechen la oportunidad para revivir políticamente, ya que tienen por delante un excelente “caldo de cultivo” para canalizar el descontento que se ampliaría con una reforma fiscal “ahora sí de a de veras”. Con una estrategia similar a los “Amigos de Fox”, AMLO quisiera imponerle al PRD su candidatura ante una “avalancha” tan abrumadora como la suya.

martes, 20 de julio de 2010

Jul 20, 2010: Polémica sobre la política monetaria del Banco de México

Pablo Álvarez Icaza Longoria
mailto:pabloail@yahoo.com.mx

El viernes pasado Banco de México decidió mantener en 4.5% el objetivo de la tasa de interés interbancaria de un día. Diversos analistas se manifestaron en contra de la versión demasiado optimista del comunicado, señalando que incluso resultaba contradictoria con algunas presentaciones recientes del gobernador Agustín Carstens. Otro tipo de discusión giró en torno a si la decisión de mantener la tasa sin cambios había sido la adecuada.

Antes que nada valdría la pena aclarar que el banco central en un comunicado de una sola página da una explicación resumida de porque toma una determinación de este tipo, sin aclarar si hubo consenso entre los cinco miembros de la Junta de Gobierno o si hubo algún voto en contra, como sucede por ejemplo en Estados Unidos. Incluso, la Reserva Federal posteriormente publica las minutas de las reuniones, lo cual nos permite conocer los argumentos y las discrepancias entre los miembros con o sin derecho a voto. Por ejemplo, en la última reunión de junio, dos gobernadores (Kansas y Dallas) se pronunciaron por subir la tasa de descuento de 0.75 a 1.0%. Aunque no me voy a meter en el tema de la falta de transparencia, no quise perder la oportunidad para señalarla deseando que en un futuro próximo haya avances.

Respecto a la evolución de la economía mundial, el banco central destaca una recuperación modesta de los países avanzados y un fuerte crecimiento en los emergentes. Sin embargo, no señala la tendencia a la desaceleración que se presenta en ambos y sólo reconoce que la situación financiera y las perspectivas de crecimiento en Europa permanecen como un elemento de vulnerabilidad. Por ende, concluye que la inflación y sus expectativas en las economías avanzadas se mantendrán en niveles reducidos.

Sobre México, se destaca el favorable crecimiento de la producción manufacturera, se reconoce que el consumo y la inversión del sector privado “siguen en niveles relativamente bajos”; que el tipo de cambio se mantiene estable a pesar de la volatilidad residente en los mercados internacionales; y que las tasas de interés de largo plazo han continuado disminuyendo de manera importante. Esto es, aunque Banxico reconoce implícitamente que los inversionistas en el mercado de dinero están reconociendo expectativas de inflación más baja, prefiere ser cauteloso y constatar la inflación que se observará a futuro.

Finalmente, al referirse a la inflación acepta que la general y sus dos componentes (subyacente y no subyacente) se han comportado mejor de lo previsto (3.96% en el segundo trimestre de 2010 vs. 4.50% pronosticado), y ello se debió en gran parte a efectos estacionales y coyunturales, pero que espera que siga la trayectoria pronosticada, por lo que advierte sobre un repunte de la misma como la razón para mantener sin cambio la tasa de referencia refrendando el objetivo de 3 por ciento a finales del 2011.

Sobre el último punto, la autoridad monetaria no reconoce el efecto de la apreciación del tipo de cambio apoyado por las tasas de interés relativamente elevadas y que la débil demanda interna también contribuye a que algunos precios incluso caigan. Al respecto hay dos anatemas: no se puede reconocer que hay un propósito deliberado para que el tipo de cambio apoye el objetivo inflacionario y que la reactivación del mercado interno en el corto plazo se puede sacrificar en aras de asegurar la tendencia inflacionaria a la baja.

Una vez, comentado el anuncio del banco central ¿Cuál sería mi opinión respecto a los dos debates mencionados? Creo que la versión sobre el panorama de la economía mundial y de México es bastante optimista, máxime que el sector más dinámico es el exportador. Este motor de crecimiento como ya hemos expuesto en Notas anteriores es insuficiente para generar dinamismo al resto de la economía y es previsible que pierda impulso en el segundo semestre del año, lo cual se hará más evidente cuando desaparezca la base de comparación tan baja respecto al 2009.

Respecto a la decisión de mantener las tasas de interés, creo que el Banco de México pudo haberlas incluso reducido ligeramente al menos hace dos meses, cuando era evidente que los resultados de inflación fueron mucho más bajos que lo esperado por los especialistas. Por otra parte, no se aportan argumentos sólidos de porque habrá un repunte inflacionario en los siguientes meses y más parece una paranoia inflacionaria. Lo único que señala de manera preventiva es que se continuara vigilando “la velocidad con la cual se vaya cerrando la brecha del producto”, en alusión a que el PIB crezca por arriba del nivel potencial planteado por el banco (5%) y que ello genere inflación.

Finalmente, aunque suene redundante es pertinente hacer las siguientes consideraciones. Creo que no se debe perder la objetividad del análisis. Es decir, se puede prever lo que va a hacer la autoridad monetaria independientemente de si se está de acuerdo o no con la medida implementada, por lo que lo más importante en este nivel de razonamiento es conocer cómo piensa y actúa ésta. Curiosamente, algunos analistas generaron una corriente de opinión tan fuerte de que “iban a bajar la tasa”, que en el mercado secundario de dinero, las tasas de interés descendieron descontando una decisión en ese sentido. A posteriori, los que apoyaban la decisión de la Junta, porque consideraban una insensatez bajarla, lo cual opinaban, hubiese dañado la credibilidad de la lucha contra la inflación del banco central, se quejaban airadamente en contra de los que impulsaron el “rumor” provocaron un grave desorden en los mercados. Acusar de “interesados” a los opuestos no es correcto y menos cuando aquellos fijaron posiciones de manera abierta y por escrito.

martes, 13 de julio de 2010

Jul 13, 2010: Producción automotriz y manufacturera en México

Pablo Álvarez Icaza Longoria
pabloail@yahoo.com.mx

El principio de la semana se destacó por los buenos números en la industria automotriz de junio y del primer semestre de acuerdo a la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y de la producción industrial de mayo, especialmente del sector manufacturero, donde la actividad automotriz juega un papel relevante. La AMIA informó que se ensamblaron un millón 77 mil 651 unidades durante el primer semestre, siendo el nivel récord alcanzado en ese período. INEGI reportó que la actividad industrial creció 8.4% anual, siendo el crecimiento más alto para un mes similar en 13 años.

En ambos casos, la producción destinada a la exportación fue el factor que explica el gran dinamismo y ambos desempeños están relacionados considerando el peso que tiene la industria automotriz en las exportaciones manufactureras y en la industria en general. En este sentido, los analistas económicos suelen destacar la elevada correlación que hay entre la producción industrial de Estados Unidos y México mostrando el paralelismo en una gráfica.



Sin embargo, valdría la pena hacer algunas consideraciones: no se ha recuperado el nivel de 2008 en lo que respecta a la producción industrial de mayo; la comparación estadística es favorable, porque hace un año fue cuando se presentó la influenza A H1N1 y se conjugó con la recesión económica, y; que el dinamismo del sector exportador estuvo marcadamente influenciado por la reactivación de Estados Unidos, lo que ha contribuido de manera decisiva en el favorable desempeño de este variable.

Regresando a la industria automotriz, la producción destinada al mercado doméstico fue de 177 mil 228 vehículos en el primer semestre, mientras que para la exportación sumaron 900 mil 423. Si además consideramos que cerca del 80% de estas exportaciones van a Estados Unidos, según la AMIA, comprenderemos porque es tan importante las proyecciones acerca de la economía de nuestro vecino y en particular sobre las expectativas de consumo de estos bienes duraderos.

En este sentido la eliminación de la tenencia para automóviles nuevos a un costo de 250 mil pesos en días pasados, a parte de la marcada intención electoral, tiene la intención de estimular el mercado interno que ayude a compensar la previsible desaceleración del mercado externo.

Otro de los indicadores de que el mercado interno de México sigue estando muy débil, se desprende de que la construcción en mayo tuvo un crecimiento de 0.0% en tasa anual que contrasta con el 14.2% de la industria manufacturera. El modesto desempeño de la construcción también influye en un escaso dinamismo de la inversión fija bruta y por ende en que el crecimiento económico no se potencie. Al respecto, INEGI anunció que esta variable creció 0.5% en tasa anual en abril como resultado de que la realizada en maquinaria y equipo creció 2.0% y la efectuada en construcción cayó 0.3%.

Cabe señalar que la deflación de los precios al consumidor en el país en junio (0.03%) que llevó la inflación en tasa anual a 3.69%, y que en buena medida fue ocasionada por caída de precios agrícolas, en un principio fue recibida como una buena noticia; pero, por el lado de la economía real, causó preocupación porque se interpretó como una señal de debilitamiento del mercado interno y que también se ve reflejada en crecientes tasas de desempleo. Como comentario al margen, el sector exportador también ha contribuido que las cifras de trabajadores asegurados al IMSS, pero este segmento esta muy lejos de representar a toda la fuerza laboral de México.

En lo que respecta a Estados Unidos, además de los reportes trimestrales, cuya temporada comenzó con el pie derecho con los favorables resultados de Alcoa para el segundo, que es considerada como una guía para la economía puesto que se trata de una empresa diversificada en varios sectores, los mercados reaccionaron favorablemente al anunció de que el déficit comercial subió 4.8% en mayo debido al fuerte crecimiento de las importaciones de China (12.1%), lo que fue interpretado como una buena señal de actividad económica.

Sin embargo, los indicadores más relevantes a seguir serán las ventas al menudeo y la producción industrial en junio de Estados Unidos (14 y 15 de julio) para ir defiendo con más precisión las tendencias recientes. Seguramente, también habrá mucha atención con los precios al productor y al consumidor esperando que no haya señales de deflación asociadas a debilitamiento de la demanda. Finalmente, la percepción del consumidor de la primera quincena de julio de la Universidad de Michigan también atraerá la atención de los analistas, quienes verificarían si se confirma o no la recaída de la confianza del consumidor de junio que registró el Conference Board a finales de junio y que metió mucho ruido en los mercados.

En conclusión puesto, que los indicadores en Estados Unidos pudieran venir mixtos, no extrañe que pudiéramos observar una significativa volatilidad en los mercados financieros, que también están expectantes a las pruebas de estrés de los bancos europeos. No en balde, prevalece mucha cautela entre los inversionistas que no quisieran hacer apuestas arriesgadas a futuro. En este sentido, me parece pertinente recomendar la excelente nota que aparece hoy en The Wall Street Journal Americas, suplemento de Reforma intitulado “Los pequeños inversionistas de EE.UU. huyen de las acciones”, en donde se destaca que la tendencia a comprar menos acciones por estos se aceleró en mayo, luego del ajuste registrado en los mercados. Pareciera como si estos ahorradores se hayan cansado de ser “carne de cañón” de los profesionales.

martes, 6 de julio de 2010

Jul 6, 2010: ¿Moderando el pesimismo ó el optimismo?

Pablo Álvarez Icaza Longoria
pabloail@yahoo.com.mx

Luego del feriado del lunes por la independencia de Estados Unidos (EUA) y de la caída de 125 mil puestos en la nómina no agrícola de junio, los mercados recibieron de manera positiva la señal de desaceleración (crecimiento a menor tasa) que envío el reporte de la Actividad No Manufacturera de EUA en junio cuyo índice pasó de 55.4 en mayo a 53.8 en junio. Previamente, se difundían algunas declaraciones de funcionarios de la Reserva Federal (Fed) que establecían que se esperaba una desaceleración del PIB de EUA para el segundo semestre del año.

Cuando la tendencia de una desaceleración se acentúa, lo que sigue es una contracción económica y posiblemente una recesión, como sucedió durante el segundo semestre de 2008. Sin embargo, esta historia no tendría porque repetirse fatalmente, si ocurriera un repunte durante el primer semestre de 2011. El trasfondo es que se haga algo antes, para evitar que las malas experiencias se repitan, esto es, la discusión relevante versa sobre cuál es la política económica correcta.

Quienes tienen una perspectiva más optimista argumentan que es muy raro de que se presenten dos recesiones tan seguidas y que el proceso de recuperación de la economía de EUA que comenzó en el segundo semestre de 2009 está entrando en una pausa, por lo que este alentamiento de la economía puede ser visto de manera positiva. Apoyando esta posición está el hecho de que el Comité de Ciclos Económicas de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER por sus siglas en inglés) ni siquiera ha decretado de manera oficial el fin de la recesión que comenzó en diciembre de 2007.

En sentido contrario, quienes esperan un futuro más negativo argumentan que el problema es que el proceso de recuperación se interrumpió prematuramente ya que se retiraron los apoyos a los hogares y a los gobiernos locales antes de que el empleo comenzara a mejorar. Adicionalmente, se presiente que pasadas las elecciones de noviembre, se impulsaran alzas de impuestos para reducir el déficit fiscal lo que afectará aún más los gastos de los consumidores.

Ambas posturas están de acuerdo en que en estos momentos el ciclo de negocios de EUA está en un punto de inflexión. La diferencia estriba en que unos apuestan a la moderación del crecimiento futuro, mientras que los más preocupados alertan sobre un cambio de tendencia hacia la caída futura de la economía. En estos momentos es muy difícil saber cual posición tiene razón, porque se requiere más información que la de un mal dato para poder confirmar las tendencias. Por ende, lo más sensato sería moderar el optimismo, en un caso, y el pesimismo en el otro.

La definición de las tendencias de EUA es muy importante para México porque el sector externo ha sido el más dinámico en el proceso de recuperación económica considerando el débil desempeño del mercado interno. Adicionalmente, una reducción del precio del petróleo ocasionando por un menor dinamismo de la economía mundial podría afectar las finanzas públicas y en cierta medida el incremento de las reservas internacionales que hace poco superaron el monto de los 100 mil millones de dólares.

En lo que respecta a México, se difundió el Índice de Confianza del Consumidor (Inco) de junio, el cual creció 7.9% en tasa anual y considerando la serie ajustada estacionalmente aumentó 3.58% en relación a mayo según es Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Todos los componentes del Inco crecieron; sin embargo, habría que llamar la atención que como la economía mexicana viene saliendo de una grave recesión, los niveles actuales todavía son muy bajos. Algunos aspectos, adicionales que cabe destacar, son:

La situación actual del país creció 12.6% mientras que la esperada dentro de un año, sólo creció 6.8%, es decir, hay una moderación de las expectativas de los consumidores sobre su entorno. La comparación actual con la de un atrás pudiera estar sobredimensionada considerando que en ese momento estábamos en el punto más bajo de la recesión y en plena contingencia sanitaria (H1N1), esto es, el punto de referencia es muy bajo. El ciclo económico de México va con cierto rezago con el de EUA y ello también se resiente en la confianza del consumidor. Adicionalmente, la reactivación del gasto de consumo de EUA ha sido mucho más relevante y sobresaliente que la del país.

La siguiente gráfica del Índice coincidente de México muestra la situación económica hasta abril divulgada hoy 6 de julio. Se observa que aunque ha habido una mejoría relativa, pero que todavía se estaba en niveles muy lejanos a los previos a la crisis económica de 2009.



Es muy probable que este ambiente económico desfavorable hubiese tenido repercusiones en las elecciones estatales del 4 de julio. En ese sentido se entienden los esfuerzos desesperados de los anuncios del Presidente Calderón para generar la impresión de “vamos mejor”. Nunca antes se habían anunciado las cifras de trabajadores asegurados al IMSS un día después del cierre del mes. Por lo que su difusión el 1 de julio no dejaba de tener una clara intención electoral, pero que tampoco resultaría eficaz para cambiar la percepción de la situación económica prevaleciente.