El próximo sábado se cumplen 100 años del inició de la Revolución Mexicana. Sin pretender hacer un ensayo sobre el tema vale la pena hacer una recapitulación de como se ha interpretado dicho evento sin que las versiones se agoten con los casos planeados:
1) Revolución interrumpida. Adolfo Gilly con su magistral libro del mismo título plantea la tesis de que el proyecto revolucionario genuino representado por Zapata y Villa fue cancelado por la facción capitalista ganadora (Carranza y Obregón).
2) No hubo revolución, lo que hubo fue una gran revuelta campesina. Tesis sostenida por varios historiadores norteamericanos.
3) No se puede hablar de la Revolución Mexicana, sino que hubo varias revoluciones. Los motivos del levantamiento de Madero no tenían nada que ver con las aspiraciones de Zapata, por ejemplo. Es un proceso social fallido, o es uno parcial e incompleto en el mejor de los casos.
4) La Revolución Mexicana se agotó en 1940, o en 1960, o en 1982 y cumplió su ciclo. Se necesita una nueva REVOLUCIÓN: planteamiento de la izquierda nacionalista de los 80's (Heberto Castillo). El proyecto más avanzado no era el de Zapata sino el de Villa (Frederich Katz y Jesús Silva Herzog en Breve Historia de la Revolución Mexicana).
5) La revolución mexicana fue una gran tragedia nacional: generó el estatismo y el corporativismo que impidió que México desarrollara su potencial: Isacc Katz y Macario Schettino.
Sea lo que haya sido, la Constitución de 1917 si tenía una proyecto de país, imagen objetivo dirían ahora. Pero, ha sido modificada tantas veces, que queda la impresión de que la actual no tiene nada que ver con la versión original. En ese sentido, la reflexión que ha hecho Porfirio Muñoz Ledo de hacer una nueva Constitución tiene sentido; pero por otra parte, no hay una acuerdo nacional sobre el proyecto de país que se quiere. En 1917, la facción ganadora invitó a los perdedores a participar en la elaboración de la misma y algunas de sus demandas sociales fueron retomadas el sus artículos. En el 2010, la Cámara de Diputados tiene que detener el reloj legislativo para poder aprobar un presupuesto para el 2011, que de todos modos será modificado a discreción por Hacienda.
¿Se necesita una nueva revolución para hacer una nueva Constitución? ¿Podría hacerse una nueva sin que la violencia se desencadene? ¿Una nueva Constitución puede evitar una nueva Revolución? Esta última podría ser una interrogante para el 2012 ahora que estamos envueltos una guerra contra el narcotráfico.
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