jueves, 5 de mayo de 2011

Mayo 5, 2011: El déficit público de Estados Unidos y la advertencia de Standard & Poor’s


pabloail@yahoo.com.mx

El lunes de Semana Santa la calificadora Standard & Poor’s puso en perspectiva negativa la calificación de deuda soberana de Estados Unidos (EUA). Esta medida, si bien era previsible no dejo de causar cierta sorpresa en virtud de que se había establecido por convención que esta deuda siempre estaría libre de riesgo.

Desde hacía tiempo, diversos expertos en el tema había advertido sobre la necesidad de que Estados Unidos comenzara a corregir el déficit público creciente. Por ejemplo, en un estudio publicado por la OCDE en noviembre pasado se recomendaba una reforma fiscal para que se incrementaran los ingresos tributarios. Las proyecciones eran bastante preocupantes, a pesar de que suponía erróneamente que la enmienda de reducción de impuestos que comenzó en 2001 y concluiría en 2010, no sería prorrogada.

Previó al anuncio de S&P, Barack Obama había pronunciado un discurso donde acusaba a los representantes republicanos de bloquear la aprobación del presupuesto y hacia un exhorto a realizar una reforma fiscal urgente. La respuesta de sus opositores fue que más que buscar aumentar impuestos debería de dar reversa a la ley de salud por los impactos presupuestales desfavorables. Al parecer Obama ha decido “rasurar” el presupuesto para el sistema de salud y otros gastos sociales para enfrentar el creciente déficit fiscal.

Entre 1996 y 2001, EUA estaba una situación de superávit público, es decir, los ingresos eran superiores a los gastos. En el 2000, los ingresos se acercaban al 21% del PIB y los egresos al 18%. Esto se debía a que habiendo sido el ganador de la guerra fría, la potencia mundial podía comenzar a reducir su gasto militar y por otra parte la economía se encontraba en el ciclo expansivo de su historia registrando crecimientos elevados apoyados en la nueva economía que había estimulado la productividad.

Sin embargo, el desplome de los mercados bursátiles con el estallido de la burbuja especulativa provocada por la fiebre de las empresas punto.com, generó un enorme descalabro provocando un efecto “riqueza negativo” que metió a la economía norteamericana en una recesión económica que comenzó en marzo de 2001, por lo que el presidente George Bush conseguiría el apoyo del Congreso para que decretara una reducción generalizada de impuestos que beneficiaba preferentemente de más altos ingresos para amortiguar dicho efecto. Posteriormente, el ataque a las torres gemelas el 11 de septiembre dañaría severamente la confianza y volvería a disparar el gasto militar de manera vertiginosa. La Reserva Federal (Fed) se sumaría a la tarea de reactivar la economía reduciendo de manera agresiva las tasas de interés.

Una gráfica histórica de los ingresos y gastos como porcentaje del PIB de EUA desde 1971 hasta las proyecciones del 2011, nos muestra como los gastos se disparan en 2008 como consecuencia del rescate financiero y como se dispara a un más en 2009 con el programa de estímulo al punto que los gastos representaban 25% del PIB y los ingresos 15%. De esta forma el déficit fue de $1.4 billones en 2009, el mayor desde 1945, y de $1.3 billones en 2010, representando respectivamente 10.0% y 8.9% del PIB.

En abril pasado, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO por sus siglas en inglés) difundió un Análisis de la Propuesta Presupuestaria del Presidente para el año fiscal 2012. En este documento la CBO señala que la propuesta del Presidente si fuese aprobada implicaría un déficit mayor al del escenario base que ya tenía contemplado. En 2011 el déficit representaría 9.5% del PIB y 7.4% en 2012. Si bien se reduciría hasta 4.1% del PIB, volvería a subir hasta 4.9% del PIB en 2021. Las proyecciones del CBO son más conservadoras que las del Presidente.

Si bien la CBO reconoce que entre 2012 y 2016 la propuesta del mandatario estimularía el PIB en el corto plazo por un incremento del ingreso disponible ocasionado por las reducciones de impuestos; posteriormente, ésta reduciría el producto, porque los efectos crecientes de la deuda gubernamental más que compensaría los efectos estimulantes de menores tasas marginales de impuestos. De esta forma el CBO estima que la propuesta del Presidente reduciría el PIB real en relación a su escenario base entre 0.1 y 1.7 en el periodo de 2017 y de 0.7 y 3.8% en el largo plazo.

Cabe hacer hincapié que la CBO ha reiterado que el enorme incremento de la deuda, más el alza en las tasas de interés derivado de la recuperación de la fortaleza de la economía, el pago de intereses de la deuda se disparara al cielo en la próxima década. También han insistido en que el envejecimiento de la población y los crecientes costos de los servicios de salud empujaran los gastos como porcentaje del PIB. La seguridad social se incrementara de alrededor del 10% del PIB en 2011 a por arriba del 16% los próximos 25 años.

Es decir, pareciera que la CBO apoya de manera implícita la posición de los republicanos, a pesar de que ha hecho alusiones de que no está de acuerdo con la continuación de los recortes de impuestos. No hay una reflexión sobre la seguridad social es un gasto necesario para mantener el bienestar de la población y se olvida que la política fiscal podría ayudar a mejorar la distribución del ingreso y mejorar la justicia social en un país amenazado por la descomposición social. En lugar de ello, Obama motivado por la mayor popularidad por la eliminación de Ben Laden, estaría tentado a incrementar el gasto militar, reducir el gasto social y recortar los impuestos, aunque ello deje a EUA en una crisis fiscal en el mediano plazo.

¿Reducirá S&P la calificación de EUA? No lo creo, porque está interpretara que la reducción del presupuesto del Medicare y Medicaid y el Seguro de Salud de los Niños es lo correcto, a pesar de que eso no reduzca realmente el déficit público? ¿Qué quiero decir con esto? Que la discusión de las finanzas públicas en EUA y en los organismos internacionales está ideologizada porque ubican el problema en los gastos sociales y no en los enormes costos del rescate financiero y en la política fiscal tan regresiva que hay en EUA. Pero esto no debiera de extrañarnos porque también sucede en México.

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