lunes, 4 de julio de 2011

Julio 4, 2011: Primer semestre complicado; segundo un poco mejor

mail: pabloail@yahoo.com

El año 2010 finalizó con buenas expectativas para el 2011. Las proyecciones de crecimiento de la economía mundial y de México fueron revisadas a la alza y los buenos augurios señalaban que la recuperación económica podría irse consolidando. Adicionalmente, los sectores rezagados en la recuperación como la construcción y el turismo podrían reactivarse en el año que comenzaba.

Sin embargo, el panorama social y político en el Norte de África y Medio Oriente cambio el escenario. Las protestas sociales iniciadas en Tunes por el desempleo y las restricciones políticas se fueron propagando a los países vecinos, lo que ocasionó el disparo del precio del petróleo y sus derivados. El impacto inflacionario y en el costo de las empresas, podría ser temporal el tanto las crisis sociales se fueron resolviendo.

Posteriormente, el 11 de marzo un terremoto de 8.9 grados en la escala de Richter afectaba el norte de Japón, provocando un fuerte tsunami y un accidente nuclear en Fukushima, que afectó la producción industrial del mundo, no sólo porque se interrumpió la cadena internacional de suministros, sino también la demanda de insumos. La desaceleración de la economía norteamericana en parte sería una de sus repercusiones.

Por el lado financiero, la amenaza de una suspensión de pagos de deuda en Grecia y el posible contagio a otros países de la zona Euro con problemas de endeudamiento provocaba un fuerte nerviosismo, porque las protestas sociales comenzaban a generalizarse y algunos gobiernos experimentaban el voto de castigo por la crisis económica. El movimiento de los “indignados” españoles, llamaba a seguir el ejemplo de los países árabes.

En mayo, la calificadora Standard & Poor’s ponía en perspectiva negativa la calificación de deuda de Estados Unidos y el gobierno de Barack Obama hacía una llamado a que el Congreso aprobara elevar el techo del endeudamiento, cuyo plazo límite es el 2 de agosto.

Respecto al punto anterior, Paul Krugman en su prestigiada columna en esta semana alertaba que sería muy grave que el Tesoro no cubriera sus obligaciones y que para evitar un terrible daño, seguramente Obama, recortaría los gastos sociales cediendo al chantaje de los Republicanos, quienes lograrían imponer su agenda. El nobel de economía ha advertido que un recorte drástico del gasto público para reducir el déficit público podría meter a la economía norteamericana en una recesión el próximo año, justo antes del proceso electoral, lo que seguramente arruinaría las posibilidades de reelección de Obama.

A pesar de estas preocupaciones, la apuesta sigue siendo positiva para el resto del año. La desaceleración experimentada en el primer semestre podría ser temporal en la medida en que Japón se vaya recuperando y que los países emergentes como China e India siguen jalando a la economía del resto del mundo.

Los países consumidores de petróleo decidieron liberar parte de su reserva estratégica para empujar los precios del petróleo a la baja evitando que la escalada especulativa que se registró en la primera mitad de 2008 se repita. Una vez, que se recupere la estabilidad política, el suministro de petróleo podría normalizarse y los precios de nueva cuenta retroceder a los niveles previos.

En lo que respecta la crisis de deuda europea, los bancos, especialmente los de la región, tendrán que reconocer parte de las pérdidas en una compleja renegociación, Alemania seguirá aportando recursos para evitar un riesgo sistémico y los países envueltos en una grave crisis fiscal, se verán obligados a aplicar programas de ajuste para poder recibir los recursos de los organismos financieros internacionales y de los países acreedores.

Por su parte, los grupos de poder en Estados Unidos tendrían que presionar a los representantes republicanos de que acepten elevar el techo del endeudamiento apelando al sentido de responsabilidad. El problema con los seguidores del Tea Party, es que no actúan en términos racionales y por ende olvidan o no reconocen que la reducción permanente de impuestos avalada por Obama el año pasado e impulsada por ellos ha agravado el deterioro fiscal. Sin embargo, aunque no son “suicidas”, si podrían condicionar elevar el techo del endeudamiento a cambio de fuertes recortes en el gasto social. Seguramente, Obama terminará cediendo una vez más, aunque esto implique agravar la pobreza y el deterioro social de la población más desprotegida.

No obstante, aunque todos estos riesgos se vayan resolviendo con sobre saltos y sin estar exentos de conflictos; esto no nos debe llevar a “echar las campanas al vuelo” por una recuperación moderada. La reactivación será lenta y el crecimiento bajo. La crisis hipotecaría del 2008-2009 dejo a las familias sobreendeudadas y descapitalizadas. El retiro de los estímulos y los subsidios, para ir reduciendo el creciente déficit público ira afectando la capacidad de consumo. El menor apoyo a los gobiernos locales, también afectará a las economías regionales.

Por lo que respecta a los indicadores de coyuntura en Estados Unidos, el índice manufacturero del ISM subió 1.8% a 55.3 en junio respecto al mes anterior, lo que fue recibido con optimismo, porque se rompió la tendencia de desaceleración registrada en los m eses anteriores.

En México, el IGAE creció 2.4% en abril (tasa anual), se confirmó la tendencia de desaceleración que ha venido presentando la actividad económica, replicando la tendencia que ha venido experimentando la economía de Estados Unidos. Sin embargo, sectores como el turismo y la construcción que se esperaba una mayor reacción, muestran un crecimiento muy bajo reflejando que la inseguridad y la austeridad en el gasto público los han afectado respectivamente.

El tipo de cambio fix cerró el 1º de julio en 11.6368, 24.5 centavos menos que una semana antes reflejando una menor incertidumbre global y una favorable entrada de capitales, especialmente inversión de cartera, cuyos flujos son muy volátiles.

En un breve comunicado “el Gobierno de México felicita a la señora Christine Lagarde por su designación como nueva Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), y le desea el mayor éxito en el desempeño de sus funciones al frente de dicho organismo”. Por su parte, Agustín Carstens explicaba en un artículo en Reforma por qué buscaba el cargo. Hay dos aspectos que no son explicados: 1) ¿por qué los países emergentes estratégicos no se sentían representados por él? y 2) ¿si sabía que sus posibilidades de ser electo eran muy bajas, por qué se postuló?

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