Con la divulgación de la Oferta y Demanda Global del tercer trimestre de 2010 (III-10) por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) cierra la información relevante macroeconómica de México de ese periodo. Respecto a la Oferta (PIB e importaciones) ya no había muchas novedades, ya sea porque las cifras del PIB fueron reportadas anteriormente o debido a que los reportes de balanza comercial y de pagos previos ya habían reflejado un panorama respecto a las variables del sector externo y sólo faltaba conocer la precisión de la variación porcentual real en términos de las Cuentas Nacionales.
Por el lado de la Demanda Global, salvo a las exportaciones por el mismo motivo que las compras al exterior, si hay algunos aspectos que vale la pena puntualizar, no sin antes destacar que las ventas al exterior crecieron 18.8% en III-10 respecto al mismo periodo y que a pesar de la desaceleración que han experimentado, el motor externo sigue siendo el más dinámico de la economía nacional. El consumo privado creció 5.0% en tasa anual en III-10 como resultado de que las compras de bienes importados crecieron 21.5% mientras que la de los nacionales sólo subieron 3.0%. Esta dicotomía muestra porque el mercado interno y la producción nacional no terminan por dinamizarse y como la apreciación del tipo de cambio está alentando las compras externas.
De acuerdo a las cifras desestacionalizadas, el consumo privado creció 1.87% en III-10 respecto al trimestre previo observándose una tendencia creciente desde el tercer trimestre de 2009.
El consumo de gobierno creció 2.5% en III-10 en tasa anual retrocediendo 0.59% respecto al trimestre previo con cifras ajustadas estacionalmente. Al contrario del consumo privado se observa una tendencia decreciente asociado a las políticas de ajuste del gasto público muy comunes luego de que concluye un proceso electoral.
La inversión fija bruta subió 3.8% en III-10 respecto al mismo trimestre de 2009. Sin embargo, mientras que la inversión pública creció 9%, la privada sólo lo hizo 1.8%. Más específicamente, INEGI precisa que el gasto público en maquinaria y equipo aumentó 10.9% y el gasto privado en estos bienes creció 6.1 por ciento. Por lo que se refiere a la construcción realizada por el sector público, ésta fue mayor en 8.9%, mientras que la privada registró una disminución de 2.1 por ciento.
Cabe destacar que la inversión fija privada registró una variación positiva en tasa anual en III-10 luego de siete trimestres consecutivos de haber experimentado una contracción, y de que en 2009 cayera 16.8% por lo que era esperable un mejor crecimiento considerando que la base de comparación luego de la crisis era favorable.
Aunque la inversión pública está tratando de reactivar a la economía, la privada no ha reaccionado como se esperaría por la débil recuperación del mercado interno y por la incertidumbre que predomina en el ambiente de los negocios, donde el clima de inseguridad y de violencia está afectando los proyectos productivos; aunque Agustín Carstens (Banco de México) haya dicho que la inseguridad no ha influido negativamente en el desempeño económico.
La balanza comercial de noviembre de México registró un saldo negativo muy bajo, de -103 millones de dólar influido por un fuerte crecimiento en variación porcentual anual de las exportaciones manufacturas (25.1%) -especialmente de las automotrices (30.1%)- y de las petroleras. La reactivación de la economía mundial en general y en particular de Estados Unidos influyó en este comportamiento mejor a lo esperado por los especialistas.
El crecimiento de sólo 5.7% de la importación de los bienes de capital contrasta con el desempeño de los demás rubros, lo que es se explica porque la crisis económica también dejo la capacidad instalada de las empresas en niveles bajos, además de la desconfianza para invertir por parte de las empresas. En el periodo enero-noviembre este tipo de importaciones presenta una caída de 1.2%.
Las cifras de oferta y demanda global y las la importaciones de bienes de capital de noviembre reflejan que la inversión va rezagada respecto al ciclo económico y que si éstas llegaran a reactivarse, podrían contribuir a consolidad la expansión de la economía mexicana por su efecto multiplicar. Por el contrario, si la inversión no logra reaccionar y se mantiene en tasas de crecimiento bajas, propiciará a que la expansión sea de corto duración y provoque un proceso de desaceleración que pudiese llevar a un estancamiento económico después del 2011.
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